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Consejos para elegir un sofá cómodo y confortable

Saber cómo elegir un sofá es esencial ya que se trata del mueble más importante y protagonista. Por ello, se deben tener en cuenta distintas pautas para que su funcionalidad y estética se encuentren en equilibrio con el ambiente y nuestros gustos. Acá te brindamos algunos consejos para que disfrutes de tu hogar y sofá al máximo.

Buscar el tamaño adecuado

A veces se nos olvida que el tamaño del sofá siempre va a depender del espacio del que disponemos. Tené en cuenta que para que un salón living sea práctico debemos tener el espacio suficiente para caminar por él sin tener que apartar obstáculos.

Debemos tomar bien las medidas y, en casa, incluso hacer una plantilla con cartón para ver cómo va a quedar. En cuanto a la forma, en un salón living pequeño, un sofá en forma de L te ayudará a aprovechar el espacio.

La ergonomía, también clave

Pasaremos muchas horas sentados en este sofá así que se debe tener en cuenta aspectos ergonómicos, al igual que lo hacemos con una silla de oficina. Si lo que buscamos es comodidad, la profundidad de asiento recomendable suele ir de los 90 a los 110 centímetros, mientras que la altura del respaldo debe ser entre 60 y 70 centímetros.

Sin necesidad de medir, una ayuda fácil es sentarse en el sofá. Si la espalda toca el respaldo, los pies están en el suelo sin dificultad y no sentimos incomodidad en las rodillas, es de nuestra medida.

El drama del apoyabrazos

Sí, dejarnos llevar por lo bonito que resulta un sofá nórdico tipo banco es muy fácil. Pero ¿y si lo que nos gusta es tumbarnos y apoyarnos en sus apoyabrazos? Probablemente un quiropráctico se haga de oro con nuestras contracturas.

La media de un apoyabrazos ideal es de unos 15 o 20 cm, pero, como en todo, el sentido en común y el uso que le demos es lo primero a tener en cuenta.

Pasarse de duro o de blando

“Éste mejor, que es más blandito”. ¿Quién no ha dicho eso porque el sofá le parecía más cómodo? Gran error. La zona del asiento debe ser firme para que dure lo máximo posible y para que no se deforme. La del respaldo, sobre todo a la altura de los riñones, sí que puede ser más blanda.

Los materiales más comunes con los que se realiza el relleno del sofá son la espuma de poliuretano o viscoelásticos. Da igual cual elijas si te aseguras que es de alta densidad.

No informarnos sobre el armazón

¿Te imaginas comprar un coche y no saber si es gasoil o diésel, o no preguntar de qué es la estructura de una casa? Pues es lo que solemos hacer con un sofá. El armazón, para que sea duradero, es tan importante como la tapicería o la forma del sofá.
Los más recomendables son los armazones con estructura de madera maciza sin nudos o de acero o aluminio. La estructura es el alma del sofá, ya que tiene que soportar el peso de nuestro cuerpo por muchos años.

Lanzarnos al mundo de las fundas

Los sofás con fundas son más fáciles de limpiar y podrán cambiar de imagen, así que son la mejor opción si tenemos niños o podemos prevenir manchas. Solo hay que consultar cómo se limpia cada material y comprar los productos adecuados.

Recuerda que todo tiene solución en el mundo deco: los sofás se pueden retapizar y hacer que viva una nueva vida. Conseguirás que sea una pieza única.

Arrinconar nuestra personalidad

Recuerda que el sofá es siempre la parte central de casi cualquier living y un elemento clave. Habla de vos, de tu casa y de tu vida. Tené claro si preferís que prime la comodidad, la estética o cualquier otra cosa y actúa en base a ello.
¿Eres fan de los sofás-banco? ¿De los diseños ultra modernos? Que nadie se atreva a llevarte la contra, seguro que podrás elegir un sofá muy adecuado, ¡y que encaje perfectamente en tu casa!